Hoy, en el año dos mil once en nuestra Argentina, hablar de género no puede ser más hablar de las relaciones de poder entre el hombre y la mujer o de la especificidad reivindicativa de ésta última.La coyuntura que atravesamos nos exige como institución, como lugar de producción de conocimiento, estar a la altura de los debates que plantean las luchas actuales en materia de ampliación de derechos (como la conquista del matrimonio igualitario), la lucha porla despatologización de la diferencia y el reconocimiento de la identidad de género de travestis, transexuales y transgéneros. Estos debates actuales tampoco dan por clausuradas problemáticas que aún aquejan a nuestra sociedad, y son precisas de abordar, como es la alta tasa de mortalidad materna por abortos clandestinos, la lesbofobia (tan sentida el pasado 7 de marzo de 2010 en nuestra Córdoba con el asesinato de Natalia Gaitán), la discriminación en la atención en salud, la trata de mujeres y la violencia de género; temáticas que, a nuestro juicio, deberían estar presentes transversalmente en nuestra currícula dado que constituyen realidades con las que nos encontramos en el momento de intervenir desde determinada disciplina y paradigma.
En ese sentido, creemos también importante poner en tensión algunos de los elementos que construyen, desde cada especificidad, una visión dominante de la construcción de los géneros, en general ahistórica y naturalizante de la desigualdad, que hoy se presenta como un obstáculo para abordar las problemáticas antes delimitadas.
En la búsqueda de respuestas y en la construcción de nuevos interrogantes, es que nos convocamos en calidad de estudiantes, de futurxs profesionales, de docentes y de ciudadanxs, a participar de estas jornadas de intercambio crítico, para compartir una experiencia colectiva de aprendizaje, encuentro y debate.
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